Wednesday, September 8, 2010

Los años llenos de barbarie

La tarde era
notablemente grisácea
y el viento traía
malas noticias:
la decadencia
había llegado a la ciudad

Aparentemente todo
había llegado a su fin
ya nada se podía revertir
mucho menos la decisión
de la madre naturaleza

Los amaneceres dejaron
de ser vibrantemente inspiradores
el optimismo era lo
más desastroso que
el ser humano pudo
crear

Alimentar a los seres de
falsas esperanzas,
con el fin del mundo
a la vuelta,
es cosa de tontos.

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